Juana Ruíz Román

Juana Ruíz Román nació en la sierra el 3 de noviembre de 1936, hija de Teresa Román y de Francisco Ruíz. Es la mayor de seis hermanos (José, María, Herminia, Paca y Antonio). Su padre se dedicaba a tareas en el monte, como el carbón y al cuidado de su familia.

Su madre murió de parto cuando ella tenía unos 12 años y ella se hizo cargo de la casa y del cuidado de sus hermanos, con la ayuda inestimable de Mariquita Marín, una vecina cercana, quien le enseñó a hacer muchas tareas esenciales, como calentar el horno, amasar o cocinar, junto con el apoyo permanente de su padre, quien siempre se preocupó y colaboró con ella en el cuidado de la familia. Recuerda tener que ir hasta Prado del Rey en compañía de un cabrero para hacer la compra, que la dejaba a fiar hasta que su padre vendía el carbón y pagaba la deuda. Aunque su padre fue atendido de mayor por todos sus hijos e hijas, en los últimos años de su vida ella mostró su deseo de ser ella quien lo atendiera.

Se casó con Juan Román Morales, con quien tuvo a su hijo Pepe y a su hija Maite. Destaca de su matrimonio el que su marido siempre la quiso mucho.

Fue a la escuela hasta los 9 años, aprendiendo a leer y a escribir. Tuvo una tienda de ultramarinos y también se dedicó a echar asientos de eneas.

Le ha gustado viajar y lo hacía a menudo con su marido y otros vecinos. También le ha gustado arreglarse y bailar (aunque ambas cosas no ha podido hacerlas todo cuanto hubiese querido).

Juana ha sido una mujer fuerte y valiente, muy querida, que ha disfrutado de la vida, emprendedora, muy activa y positiva.